dorian wood # festival sinsal 12

por arvre

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ese tipo de ahí arriba es dorian wood caminando por vigo. creo que la foto de carlos taberna tendrá más profundidad de la que realmente parece mostrar ahora. y lo creo convencido porque tras asistir a los dos conciertos que el festival sinsal programó en vigo y santiago para dar comienzo a su edición número 12, reviví sensaciones parecidas a las que antony dejó en la sala vademecwn cuando, actuando como telonero de unas casi desconocidas cocorosie, visitó vigo antes de petarlo, quicir, antes de que al caché le creciesen dos ceros. recuerdo una frase mítica del antony más tod browning al entrar en el vade: «i can’t believe this atmosphere» mientras abrazaba su cuerpo, envuelto en un jersey de lana rosa raído. dorian wood no iba de rosa, lo suyo es el negro, igual que su música, apocalíptica, metamórfica, eficaz como pocas en las tablas. de hecho repetimos en santiago porque allí tocaba un piano de cola, pero a ésto volveré luego. y es curioso porque en disco dorian wood no me dice apenas nada, es tras los conciertos cuando la música enlatada me habla más en un afán por rescatar los niveles de intensidad o ímpetu del directo. es decir, la misma resaca de aquel maravilloso concierto que baby dee & little annie regalaron allá por el año 2006 en la edición 5 del festival sinsal.

tanto baby dee como little annie son personas buscando huir del personaje, dorian wood sin embargo diluye el personaje en favor de la persona. basta con charlar un rato para darse cuenta, mensajero y mensaje fundidos. y tiene mérito porque la mayor virtud de dorian es haber volteado la tortilla (si es con harina de garbanzo y no huevo, mejor), devolviendo tacto y sensibilidad a un background que merecería más tortas y pataletas que muecas cómplices. y todo a base de humildad, calor y cercanía. ya en el escenario la cosa se pone muy seria porque canciones como O o pianos and bricks hieren donde duele, lo de los coros y leah harmon tiene tela, ¡vaya voz!  (glassellalia). el set no tiene fisuras, pisa firme hilando cadencia melancólica o épica, aunque haya invitaciones al meneo pélvico (la cara infinita), es decir, dorian wood dirige igual de bien el cotarro cuando se pone intenso o bizcochón. ojo aquí al savoir faire de marcos junquera y xavi muñoz, impecables ambos, impecables siempre.

¡ah coño! tenía pendiente el piano de cola de santiago. pues sí, es muy probable que si lees esto vayas a escuchar alguna canción y este puñado de palabras no tengan reflejo en tus sensaciones. pero claro, los que estuvimos allí escuchamos una versión de house of the rising sun que se te va la olla, igual que la versión de suzanne que disfrutamos unos pocos en la prueba de sonido. vamos, que el propósito de esta parrafada estéril es hacerle cosquillas a tu destino, porque si consigue enfilar a dorian wood en tu radio de acción, no lo dudes, corre, ya luego si eso hablamos de feedback positivo o metapositivo. la vida, una vez más, es un piano.